Este año se ha distinguido por los importantes cambios en la rutina y estilo de vida derivados de la contingencia de salud por el CODIV-19, han surgido nuevos procesos de adaptación para el cuidado personal y familiar. Siendo los niños y niñas uno de los grupos más afectados con todos estos cambios al mantenerse en casa y al suspenderse las clases presenciales, se vieron en la necesidad de tomar clases en línea, lo cual significó un reto tanto para ellos como para sus padres que se convirtieron en sus nuevos docentes.
En Caja Providencia entendemos cada uno de estos retos y siendo empáticos ante esta situación como cada año se lanzó la campaña “Provikits Escolares” en la que se han otorgado paquetes de útiles escolares para todos los ahorradores menores que desde su casa iniciaron un nuevo ciclo escolar.
Buscando con ello un acompañamiento y cercanía de parte de su cooperativa, entendiendo que esta contingencia además, ha impactado en la economía de las familias que han perdido su empleo.
Sabemos que el proceso de recuperación económica será paulatino, pero confiamos que el cooperativismo y uno de sus principales valores que es “la ayuda mutua” serán de gran apoyo para el retorno a la nueva normalidad.